COMUNION DE ELISABETH Y BERNARDO EN CASA RURAL HACIENDA LOS OLIVOS EN ALORA

El Pirata Rural
6 may
2 Min. de lectura

Actualizado: 10 may

El 04 de mayo de 2025 celebramos en la casa rural Hacienda Los Olivos de Álora (Málaga), la comunión de las 2 peques de Elisabeth y Bernardo (Paloma y Belinda), una pareja realmente increíble, por su afabilidad, por su comprensión ante algunos pequeños imprevistos y por la empatía que demostraron conmigo, por lo que les estoy muy muy agradecido.

La comunión, a la que asistieron sobre 75 invitados (en el parking conté unos 20 coches) salió realmente bien, a pesar de que el último día hubo un corte de agua (esto lo vamos a solucionar con vistas a futuro, poniendo un depósito de 3000 litros que se unirá al de 800 litros que ya tenemos).

Contamos con un castillo hinchable que pusimos en la mitad del campo de fútbol. Los niños se lo pasaron pipa metiendo goles o dando brincos en el castillo. En la otra zona del césped, en tiempo récord, montamos (gracias a mi encargado Ionut, en un verdadero prodigio logístico y de esfuerzo personal) una gran sombra de 120m2 donde los 80 invitados disfrutaron del gran catering de Quino, con una sombra y un fresquito que hizo que todo el mundo estuviera super a gusto.

Un detalle muy chulo fue que por primera vez vi en mi Hacienda algo fuera de lo normal: una genuina moraga (espeto de sardina para los que no seáis malagueños), con su barca, sus brasas con madera de aguacate, y sus espetos. Faltaba la playa "na ma".

PREPARATIVOS DE LA COMUNION

Los preparativos de la Comunión supusieron todo un reto, de esos que me encantan. Elisabeth, la madre, una semana antes de la Comunión, me dice que al final los invitados van a comer en el césped, donde no teníamos sombra.

Yo, muy sinceramente, pensé que usarían la sombra de los soportales que rodean toda la casa, como sucedió en la Comunión anterior. Tocó echar mano de creatividad, ganas y la ayuda inestimable de mi encargado de mantenimiento, que es capaz de hacer milagros, logrando crear una sombra de 120m2 empleando mallas de invernaderos y mucha cuerda para tensar la malla.

La verdad es que funcionalmente funcionó al 100%, y estéticamente, sin ser una belleza, no desentona del todo. Aunque el viento es su principal enemigo, yo tengo la esperanza que me eche el verano al menos.

Preparativos de la comunión de Elisabeth y Bernardo.