CONVENTO HERMANAS DE LA CRUZ EN PIZARRA

El V Conde de Puerto Hermoso, Don Pedro de Soto y Domecq, que desciende de los fundadores de la Villa, fue el mecenas de este convento. Cuando ingresó como monje Cartujo, con ello dio muestras del cariño que sentía hacia la Villa y creó esta obra que procuraba atender a los enfermos, los pobres y necesitados. En octubre de 1955, las Hermanas de la Cruz se establecieron en Pizarra, y el mismo día 15 de ese mes, se inauguró la casa con la celebración de una Eucaristía que ofició el obispo auxiliar de Málaga, Don Emilio Benavent Esquí.

Previamente a la Guerra Civil, impulsado por los mecenas los Condes de Puerto Hermoso, existió durante un tiempo, una primera comunidad conventual de Hermanas Dominicanas, que se volcaron en la enseñanza. La casa está alzada encima de un solar de 1298m2, en el que la zona edificada fue de 1051m2. Consta de dos plantas que dan a dos calles (Calle Alta y Calle Santa Ángela de la Cruz), estando separados por un patio interior.

Uno de los sectores del edificio, al que se llega por la calle trasera, estaba dedicado a la educación de los más jóvenes mediante talleres y un colegio. En el otro sector del edificio, donde se ubica la parte principal y más noble del edificio, se hallan las celdas de las Hermanas y la capilla.

Hay que poner en relieve un bello retablo de estilo plateresco, que se cree ser del siglo XVIII y donde se hallan las armas del condado de Puerto Hermoso y está presidido por la talla de la Virgen Maria, que procede de la finca "El Muño", de Écija.

Igualmente, la Virgen de las Penas merece una mención especial. Pertenece a la escuela malagueña del siglo XVIII, que se le atribuye al afamado escultor Fernando Ortiz. También cabe reseñar las imágenes de San Francisco y San José.