RUINAS DE BOBASTRO EN ÁLORA Y BASÍLICA MOZÁRABE
En las inmediaciones del Desfiladero de Los Gaitanes encontramos, sobre un terreno elevado de arenisca llamado "Mesas de Villaverde", los restos de una ciudad medieval, conocida como las Ruinas de Bobastro, marcada por intensos conflictos en los siglos IX y X. En Bobastro se fraguó el levantamiento de Omar ben Hafsun (que supo ganarse el favor de los alcaldes y militares de la zona) contra el Emirato de Córdoba, dirigido por los poderosos Omeyas, que durante más de 40 años intentaron sin éxito derribar al rebelde mozárabe.
Ruinas de Bobastro
Ruinas de Bobastro
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Ruinas de Bobastro
HISTORIA DE LAS RUINAS DE BOBASTRO. LA FIGURA DE OMAR BEN HAFSUN
Omar, procedente de una poderosa familia goda que se convirtió al Islam, supo rodearse de bereberes, muladíes (cristianos convertidos al Islam) y mozarabes (cristianos no convertidos que habitaban entre los árabes) que no están contentos con el gobierno del Emirato de Córdoba. Logró reunir a 1500 personas (un grán número para aquella época), entre residentes y refugiados procedentes de zonas aledañas. En su estrategia por ganarse el favor de cada vez más cristianos, acabó convirtiéndose al cristianismo en el año 899, adoptando el nombre cristiano de Samuel y construyó numerosas iglesias en la zona. Durante años resiste el asedio al que fue sometido por los Emires de Córdoba, e incluso su hijo logró contenerlos tras la muerte del padre, hasta que en 928 son definitivamente derrotados y todas las construcciones fueron destruídas.
Omar ben Hafsún Nació en la zona de Perauta (Málaga) en la época del Emirato independiente de Córdoba, y procedía de una noble familia visigoda convertida al Islam (era por tanto un muladí). Pasó a la historia por rebelarse con éxito, entre los años 880 y 918, contra los Emires Omeya de Córdoba. En los años finales de su vida se convirtió al cristianismo con el nombre de Samuel, por lo que murió siendo mozárabe.
Omar se convirtió en rebelde a raíz de un incidente que tuvo con un bereber que le robaba ganado a su abuelo, Ya ́ far ibn Salim, a resultas del cual acaba matando al bereber. Omar huyó para esconderse en las ruinas de un castillo situado en el Desfiladero de los Gaitanes, y que a la postre sería la inexpugnable Bobastro. Apoyado por su tío Muhadir, logró reunir un importante contingente de mozárabes, muladíes e inclusos bereberes descontentos con el gobierno de la alta nobleza árabe de la zona, de modo que, dando muestras de lo que vendría a ser en un futuro (un gran estratega militar), lo primero que hizo fue fortificar Bobastro con el objetivo de hacerlo inexpugnable. Su bravura y denuedo repeliendo el ataque de las tropas del Emirato de Córdoba le hizo ser muy querido por sus huestes, que cariñosamente le llamaban "El Capitán de la gran nariz", hasta el punto de que el Emir de Córdoba lo perdona y lo recluta para su guardia personal, y junto con el general Hashim Abd al- Aziz participa en la batalla de Pancorbo, donde demostró su valentía y bravura. Sin embargo, estos hechos no le trajeron ningún beneficio, si no más bien al contrario, ya que los altos mandos militares de Córdoba le despreciaban. Ello hizo que se rebelase de nuevo, y definitivamente, contra el Emirato de los Omeyas. Su ambición le llevó a conquistar las fortalezas de Mijas y Comares. El Emir Al-Mundir, como represalia contraataca recuperando Iznájar, Archidona y Priego, no teniendo piedad con los derrotados que fueron todos ejecutados. Tras esta victoria, el Emir pone rumbo para tomar Bobastro, pero Omar, en una hábil añagaza, firma una rendición a cambio de una amnistía, rompiendo aquella y sacudiéndose el asedio donde moriría El Emir Al-Mundir, al cual sucedió su hermano Abdallah. Omar lejos de replegarse, firma pactos con otros rebeldes y toma Écija, Osuna (889), Baena y Priego, siendo sus incursiones cada vez más cercanas a Córdoba. En la cima de su poder, Omar dominaba las provincias de Málaga y Granada. En 899 instala un obispo cristiano en Bobastro, se convierte al cristianismo con el nombre de Samuel en un intento de obtener el reconocimiento del rey cristiano Alfonso III. El Emir Abdallah, aliándose con la poderosa familia Banu Qasi, logra derrotarlo finalmente en Aguilar de la Frontera (16 de mayo de 891), lo que marca el inicio de su declive, hasta su muerte en 917. Su hijo Suleyman pudo sostener Bobastro hasta el año 928, donde Abderramán III, primer Califa Omeya de Córdoba toma y destruye definitivamente la fortaleza de Bobastro.
PRECIO Y HORARIOS DE LAS RUINAS DE BOBASTRO
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Ubicacion: MA-448, s/n. 29550. Ardales. Málaga.
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Telf reserva: 952458046.
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Horarios de visita: Martes a Domingo y Lunes festivos. De 10:00h a 15:00h.
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Precios entrada: 3€. Jubilados y niños entre 5-12 años: 2€.
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Reseñas: 4,3* sobre 506 en Google.
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Parking: no existe. Hay que dejar el coche abajo en la carretera y subir un trecho del camino.
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A 30 minutos en coche de la Casa Rural en Álora Hacienda Los Olivos.
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Situado fuera del casco urbano.
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¿Sabías que existe una preciosa ruta de senderismo que pasa por las Ruínas de Bobastro?
COMO LLEGAR A LAS RUINAS DE BOBASTRO
LA ARQUITECTURA EN LAS RUINAS DE BOBASTRO
El yacimiento arqueológico de Bobastro presenta fundamentalmente las que fueron tres grandes construcciones. Las ruinas del alcázar, un cementerio musulmán y sobretodo la Iglesia mozárabe, que fue prácticamente excavada en la roca. Toda la zona se conoce, como dijimos anteriormente, Las Mesas de Villaverde, y son de por sí un enclave de muy difícil acceso, y más teniendo en cuenta con los medios con que se contaba en el siglo IX. Es una zona de caminos estrechos y enrevesados, de barrancos y riscos muy pronunciados. El interés y lo que hace verdaderamente única a la Iglesia, es que es la única genuinamente mozárabe que se conserva en España, siendo erigida por los cristianos durante el dominio islámico y en territorio califal. Se trataba de una Iglesia de planta basilical, excavada en piedra arenisca, y se conservan partes de sus 3 naves (separadas por arcos de herradura) y de su cabecera de 3 ábsides, rectangulares las dos laterales, y de arco de herradura la central.
Las dimensiones del templo, que está perfectamente orientado al Este, son de 17 metros de largo por 10 metros de ancho. Aunque sus dimensiones nos pueden parecer poca cosa, el hecho de que está estructura haya sido excavada directamente en la roca, le confiere un valor ciertamente inestimable. Según el parecer de los arqueólogos que han inspeccionado la zona, parece muy probable que existan más restos importantes aguardando su momento para que se revelen al ser desenterrados.
Según las crónicas, en Bobastro debieron existir más de una Iglesia. Una de ellas estaría adyacente al alcázar, en el punto más elevado de la ciudad, y probablemente allí se produjeran los estertores de los últimos combates cuerpo a cuerpo entre las tropas de Omar y Abderramán III. La otra iglesia estaría más alejada del punto más álgido, en la cara Oeste de la montaña, en una zona cercana a la urbe y bajo la protección de Omar. Ambas Iglesias tendrían proporciones similares, pero mientras que la del alcázar estaba construída sobre sillares, esta otra estaba excavada también en la roca y formaría parte de un recinto más amplio que albergaría a los monjes (El ex director del Museo de Bellas Artes y Arqueológico, Rafael Puertas Tricas, ha llegado a la conclusión, tras trabajar en ese enclave durante décadas, que debió incluso haber existido un monasterio). Y no sería extraño que existieran más iglesias. En el Desfiladero de los Gaitanes, por ejemplo, tenemos a la Ermita de Villaverde, que aunque está totalmente reconstruida, se alzó sobre la planta de una iglesia mozárabe.
Las iglesias levantadas por Omar eran herederas de las antiguas iglesias paleocristianas hispano visigodas. La intención de construir varias iglesias tenía una clara connotación política, en el sentido de reafirmarse como una entidad político religiosa diferenciada del Emirato de Córdoba. Sin embargo, el hecho que terminó por convencer al Emirato de Córdoba que Bobastro debería ser destruida, fue el nombramiento de Yafar Ibn Maqsim como obispo cristiano, lo que sería la señal inequívoca de que Omar ben Hafsun estaría cimentando una ciudad con la ambición de competir de tú a tu, en un futuro, con el poderosísimo Emirato de Córdoba, que puso punto y final a una amenaza que tras 40 años podría suponer algo más que una molestia.